El Rolls-Royce Silver Wraith de 1955 fue rimer modelo producido por la marca tras la Segunda Guerra Mundial, fue concebido como un automóvil de representación para jefes de Estado, aristócratas y personalidades de renombre. Con su imponente presencia y carrocerías a medida realizadas por prestigiosos carroceros, cada unidad es única. Su conducción suave y silenciosa le otorgó fama de “alfombra mágica sobre ruedas”. Más que un vehículo, el Silver Wraith es un símbolo de distinción y sofisticación, un testimonio de la artesanía y el refinamiento que definieron a Rolls-Royce en la mitad del siglo XX.
